domingo, 13 de noviembre de 2011

Julio Fonseca

Julio Fonseca

Nació en San José el 22 de mayo de 1885. Hijo de Anita Gutiérrez y don Malaquías Fonseca, músico mayor de la banda militar de San José. Formó su hogar con la señora María Elena Mora. Alegraron sus vidas los hijos Jimmy, Harold, Mercy, Molly y Julio.

Destacado compositor y pianista, sus inicios los realizó en la Escuela Nacional de Música dirigida por Eduardo Cuevas y Mateo Fournier con el maestro A. Castegnaro.

En 1902 fue becado por el presidente Ascensión Esquivel para realizar sus estudios en el Liceo Artístico de Milán y más tarde en el Conservatorio Real de Bruselas. En 1906 regreso al país y se desempeña como maestro de Capilla de la Iglesia La Merced e instrumentista oficial de la Banda Nacional de San José.

Sus obras abarcan todos los géneros y estilos: Trío para violín, chelo y piano, Sonata para violín y piano. Suite Tropical para Orquest Sinfónica, Fantasía Sinfónica sobre temas costarricenses premiada en 1937. Overtura Húngara para banda, el “Himno-Cantata para la Música” para solos, soro y orquesta, la cantata religiosa “Los siete dolores de la Santísima Virgen, la comedia infantil “Caperucita Roja”, para el Auto Místico “La virgen de los Ángeles”, dos misas, dos misas, dos marchas fúnebres para banda, música de salón, solos de piano, canto y el vals Leda de fama universal, el cual ha gozado de varias ediciones y hoy recorre el mundo.

Don José Daniel Zuñiga Zeledón entusiasta e investigados de la canción popular apoyado por el Gobierno de Jiménez de Oreamuno y del Secretario de Educación Luis Dobles Segreda, al lado de don Julio y de Roberto Cantillano, Director de la Banda de San José, recopilaron los cantos y bailes de las regiones más apartadas del país.

El maestro Fonseca falleció el 22 de julio de 1950 “después de vivir con gran sencillez material, en el palacio armonioso de la música”, comente el compositor y educador Dr. Bernal Flores Zeller.

Tomado de el libro La música mas linda de Costa Rica de Luis Castillo.
Tomado de Radio Acam

Rafael Chaves Torres

Rafael Chaves Torres

Nació en San José el 08 de febrero de 1839. Inició el estudio de la música a los 11 años con la ejecución del clarín en el cuartel principal de la Banda de San José. Dos años más tarde ejecutaba con destreza el clarinete, instrumento de su predilección causando gran impresión al compositor de la música del Himno Nacional Manuel María Gutiérrez Flores (1829-1887).

Sin duda uno de los más inspirados compositores nacionales. Se destacó como músico de los “toques de ordenanza” en las tropas del ejército de nuestro país, en especial la guerra de 1856. Fue director de la Banda de Cartago y Director de la banda de San Jose en abril de 1872.

Escribió varias obras para la Banda Militar, especialmente marchas fúnebres, siendo las más conocida y sentimental “El Duelo de la Patria”, la cual se estrenó en julio de 1882, en ocasión del fallecimiento del General Tomas Guardia, Jefe de Estado. Esta obra adquirió fama internacional debido a que se ejecutó en los funerales del rey Alfonso XII, en España, en noviembre de 1885, del presidente Francés Sadi Carnot en 1894 y de la Reina de Inglaterra en 1901.

Escribió la marcha “General Fernández” para el fallecimiento del General Próspero Fernández: Fantasía “La Esperanza” y valses para banda. Su música se destaca por su exquisito gusto e inspiración.

Se le reconoció siempre su honradez y responsabilidad en su servicio musical militar. Deseó siempre el auge musical en todos sus ramos y la preparación artística de sus compañeros de música por lo que fomentó talleres de estudio y reuniones artísticas.

Escribió cuatro libros sobre elementos generales de la música e inició con sus discípulos de la banda la enseñanza de la composición musical y el canto. De su lucha nació la Escuela Nacional de Música.

No obstante su origen humilde, su vida se vio rodeada de altas personalidades, frecuento el Teatro de la Gran Opera de París y obtuvo rango de coronel. Falleció el 12 de mayo de 1907 ante el dolor de sus amigos y de la Patria por tan irreparable pérdida.

Tomado de Radio ACAM